Por Ignacio Carvajal, especial para SinEmbargo
Ciudad de México, 21 de marzo (SinEmbargo/BlogExpediente).- Familiares de personas desaparecidas en Veracruz, Xalapa y La Antigua creen que en la zona norte de la ciudad puede haber una gran fosa clandestina con víctimas de la delincuencia organizada y ausentes. Por eso desde hace dos días recorren esos puntos en la búsqueda de indicios de inhumaciones.
Lourdes Rosales Calvo es madre de Jonathan Celma Rosales, desaparecido en agosto de 2013. Ella caminó por esos terrenos en busca de su posible tumba. Aunque en el fondo «quisiera no encontrarlo allí», muerto, pero sé que sí hay gente muerta, se deben buscar y que sus familias sepan que ya han aparecido».
Los recorridos los iniciaron el miércoles por la mañana. Un primer grupo de madres, escoltadas por personal de la Fiscalía, arribaron la zona de dunas ubicadas entre el ejido de San Julián, la laguna y el puerto seco, al norte de la capital de Veracruz.
«Nos colocamos chalecos, los elementos de la Fiscalía nos dieron todo el apoyo para caminar por esos rumbos para buscar, y nos dividimos en grupos para organizar las tareas», relató Lourdes Rosales.
Las madres solicitaron a la Fiscalía ser llevados a ese lugar después de que en internet y en redes sociales se divulgara la presunta confesión de un ex elemento del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) quien confiesa haber dado muerte a numerosas personas inocentes y que eran sepultadas en un predio cerca de la playa y en otro conocido como «El Jardincito».
En un comunicado, el Gobierno veracruzano rechazó «el hallazgo de cuerpos inhumados de manera ilegal» en el kilómetro 13.5. Pero confirmó que «como parte del desarrollo de una investigación Ministerial, agentes y elementos de Fuerza Civil realizaron distintas diligencias» en el punto mencionado. Se «niega de manera tajante» que esas diligencias «correspondan a la localización de cuerpos».
Las personas presentes en ese lugar confirmaron que pese a que no se encontraron restos humanos, «en ese terreno no hay nadie, y se presta a todo, a muchos», dice René Palmeros, padre de Giovanni Palmeros Arciga, desaparecido desde enero de 2014. También encontraron zapatos, playeras, restos de ropa quemada y de bolsas negras que piensan pueden estar relacionadas a las desapariciones.
Los padres, entrevistados vía telefónica por BlogExpediente, relatan que el predio está cerca de la playa, por la zona en donde se alza el basurero municipal. Se llega por medio de un camino angosto y al cual sólo pueden acceder camionetas que no se atasquen en la arena.
Describieron que para llegar al terreno en donde creen que hay fosas clandestinas se debe caminar unos tres kilómetros hacia la playa después de pasar por un camino estrecho y sinuoso. En el lugar abundan los matorrales espinosos, árboles poco frondosos y muchas dunas. El paisaje es totalmente solitario.
«Allá encontramos bolsas negras, zapatos, ropa, y señales de que en uno de los contenedores había gente que estuvo allí tal vez viviendo», dijo Lourdes Rosales Calvo.
Cuenta que por espacio de cinco horas, el miércoles pasado, recorrieron la extensión de este predio que no se sabe a quien pertenece. No llevaron equipo especializado ni perros de búsqueda como hubieran deseado. Pero sí se organizaron en pequeños grupos de búsqueda para caminar y revisar cada rincón y arbusto que vieran a su paso. Ese tiempo, entonces, no fue suficiente para abarcar gran extensión de arena y dunas.
No hubo tiempo para comer, «pasamos un Oxxo, y allí tomamos lo que pudimos y regresamos a la búsqueda», retoma la madre de la joven Celma Rosales, quien se hizo acompañar de más e¡personas con el mismo problema, sus hijos desaparecidos en medio de una maraña de investigaciones que no han llevado a ninguna parte, y con una Fiscalía veracruzana que va de cuentagotas con los resultados.
Por lo menos ya nos llevaron a donde pensamos que pudiera haber algo, eso para nosotros es un gran paso y lo tenemos que reconocer, sin embargo, lo deseable es que haya una búsqueda más amplia y profunda, que se regrese al lugar para hacer algo más elaborado», dijo la entrevistada.
René Palmeros, quien también recorrió una de esas dunas sinuosas, piensa que también»es necesario que se lleven perros o un equipo especializado que nos indique si ahí hay personas enterradas». De nada sirve recorrer un lugar conminando sin un rumbo o sólo con los presentimientos si no se aprovechan los recursos técnicos y se emplean los recursos al servicio de las autoridades., resumió.
«Es una zona solitaria, no encontramos a nadie, se se presta para lo que pusiera ser, hasta las fosas, si está sola completamente», recuerda Lourdes Rosales. Estos terrenos, de hecho, dentro del área de la influencia de los trabajados de la ampliación del puerto de Veracruz, en donde se invertirán 60 mil millones de pesos.
En su última comparecencia, el Fiscal Luis Ángel Bravo reconoció que en Veracruz había más de 500 personas desaparecidas desde hace nueve años, aunque los padres de los desaparecidos desconfían de esa cifras. El estado figura en el lugar número seis en la sita de incidencia de secuestro a nivel nacional, según el Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En su última visita a Veracruz, el padre Alejando Solalinde dijo en Veracruz hay una fosa clandestina con más de 100 víctimas de la violencia y de los ajustes de cuentas entre bandas que trafican con la droga, el secuestro y el cobro de cuotas.
«No les doré en donde están, ni lo pudo hacer sin autoridades, porque son del PRI y seguramente la desaparecerán, sacarán todo y no darán nada de información, no les importa el dolor de las familias que quieren saber la verdad». dijo.